domingo, 24 de junio de 2012

Esencia natural

Confieso que acudí a Casa Decor, sobre todo, por visitar el interior de uno de los edificios que más me gustan de Madrid, el palacete de la Real Compañía Asturiana de Minas. Pero salí enamorado. En esencia. Aunque antes de abrir mi corazoncito, explicaré de forma somera en qué consiste esta buena idea de Casa Decor. Interiorismo excelente, lo más granado del panorama recrea su concepto de lo que es una vivienda, un hogar. Así que nos encontramos con 51 casas en 1. Sofistacación, sencillez, elegancia, sobriedad... Es como colarte en muchos domicilios con su vida propia. Es, sin duda, el paraíso de los mirones, de los cotillas, de ese fisgón que todos llevamos un poco dentro. Y entonces empiezas a fantasear con cómo será el que vive ahí. Y te imaginas a un tipo estirado. O a una ejecutiva metódica. O a una pareja dulzona. O a una señora amante de la ópera y los gatos. Y entre todos los habitantes de esta peculiar e imaginaria comunidad de vecinos me encontré con esa chica, esa joven fresca, esa mujer divertida y natural. Su casa, en medio del campo. Luminosa. Bucólica. Llena de vitalidad. Y sí. Estaba allí. Se llama Verónica. Verónica Martínez, aliento creador de EnEssentia. Al 'pasar' por su casa una pincelada me hizo detenerme.

Esa forma de dar vida a una esquina, así de simple, demuestra que hay mucho talento en ella. Que sabe cómo hacer de un espacio un hogar. Que en sus creaciones hay alma, como la que puede mostrar todos aquellos momentos, fotografías, dibujos, pinturas, nada... que quieras enmarcar en ese mural, en ese peculiar altar que cada uno puede construir gracias a ella. Alguien afortunado, con ella. El espíritu del bosque se integra, atraviesa los muros, y se deja caer en su columpio cual hoja en ese otoño que, si miras por la ventana, tiñe los árboles de ocre y arcilla.

Una sonrisa transmite mucho; una mirada, más. Y así, con los ojos abiertos de otra manera, continué deambulando por un Casa Decor que procuraré no perderme a partir de ahora. Y vi un marco que enmarcaba un espejo enmarcado. Y vi una cortina musical. Y vi un paraguas iluminador. Y vi casetas de colores. Y vi una estantería volátil. Y vi una puerta que también daba otra dimensión a la esquina de un salón. Cientos de detalles en un sólo espacio. A veces más una ambientación de hotel o de oficina que de hogar por el que corretear. Otras, literalmente, como una casita de muñecas. Un lujo que supo a poco.  


Beatriz Silveira, de Batik Interiores
Detalle del marco sobre el espejo, de Ikea
La casita multicolor de los estudiantes del IADE (Instituto Artístico de Enseñanza)


Hatillo de libros, un toque para la mesilla

El paraguas luminoso, brillante idea de Rosa Urbano y Gabriela Pfingsten 


La cortina musical de los alumnos de IADE

Arte y vino, conjunción perfecta
El color triunfa en Ibermaison Design Station


Cuando vaya al psicólogo, espero que sea así.















La estantería volátil, original de Beatriz Yagüe e Isabel García, de ARQTE2 Interiorismo

Casa Decor volverá a abrir sus puertas el sábado 30 de junio y el domingo y lunes, 1 y 2 de julio, en el primer Casa Decor Urban Outlet, en el que se podrán adquirir las piezas de los almacenes de decoradores y tiendas de decoración. Será en la gran nave de Plaza de España, 8, en Madrid. Parte de la entrada, de 5 euros, será donará a la Fundación Carmen Pardo-Valcarce.

viernes, 15 de junio de 2012

Fenómeno Verdon

Qué placer el olor a papel recién salido de imprenta. Y más todavía cuando entre esas letras tipo aldus se esconde la última historia de David Gurney. Ya la estoy devorando y sí, sigue la gran estela que primero nos fascinó con Sé lo que estás pensando y luego nos conmovió con No abras los ojos. John Verdon ha sabido construir un gran personaje y un magnífico universo cotidiano que resulta muy fácil de surcar. Su estilo claro, directo, cinematográfico, que con pinceladas certeras es capaz de recrear en tu cabeza una escena, no importa si dramática, tensa o liviana. Todo fluye en la prosa y en los diálogos de Verdon. La excusa para la vuelta a escena de Gurney, que acepta ayudar a la hija de la periodista Connie Clark, aquella que hizo mito a este policía agudo y penetrante. Pero, lógicamente, no se conformará sólo con asesorar su trabajo documental sobre un asesino en serie nunca capturado. La trama está servida. No hace falta decir más. Por delante, 495 páginas que, una vez más, se harán cortas y que, seguro, mantendrán el nivel de este fenómeno literario de consumo masivo. Para algo más que fieles.

Deja en paz al diablo, de John Verdon, publicado por Roca Editorial. A partir del 18 de junio.

domingo, 10 de junio de 2012

Literatura y fútbol son compatibles

La Feria del Libro de Madrid, dedicada precisamente a Italia, se despedía el día del debut de España ante la selección transalpina en la Eurocopa. Eso nos inspiró para elaborar un vídeo en Informativos Telecinco sobre la consonancia entre el fútbol y la literatura. Podemos pensar que son términos antagonistas. Pero las ventas y la cantidad de títulos publicados demuestran que las letras y el deporte rey mantienen una relación cada vez más estrecha.





Puede parecer una isla. Pero no, la Eurocopa y el fútbol también se han colado en el evento editorial más importante del país. Incluso se ha dedicado una de las tertulias a la relación, cada vez más estrecha, entre la literatura y el deporte rey.

"Hace unos meses presentamos una novela, El campo de Bucéfalo, de José María Otero Lastres, en el palco del Bernabéu con Íker Casillas y nos ayudó a vender muchos libros", explica Basilio Rodríguez, responsable de Ediciones Sial. "Por tanto, también el fútbol y los futbolistas pueden ayudar a difundir la literatura".

Futbolistas presentando libros y libros dedicados a futbolistas y deportistas. Por ejemplo, a Rafa Nadal o al propio Íker Casillas. Los hallamos en una librería especializada en deporte, que ha buscado su hueco entre las 350 casetas. La selección española está entre sus best-sellers. Como nos cuenta el librero Javier Aranda, "han salido bastantes libros a raíz de ganar el mundial". La guía de la Eurocopa 2012 es el que más ha vendido en estos días.


También encontramos sellos editoriales, como Córner, dedicados en exclusiva al balompié. "La selección española tiene un estilo y, por tanto, tiene un porvenir", comenta el escritor Juan Cruz, autor de Viaje al corazón del fútbol.

Está claro que fútbol y literatura no son para nada antónimos. "Cada vez son más compatibles", explica el ex futbolista Jorge Valdano. "La literatura se ha desprejuiciado, ha integrado las emociones en su ámbito y ahí el fútbol entra con toda autoridad".

Por supuesto, los títulos que encontramos en la feria madrileña dan mucho juego. Para el escritor Carlos Parrilla, autor de la saga El elegido (Entrelíneas Editores), el elegido en esta Eurocopa será Fernando Torres. El sentimiento de todos está claro. Para el poeta Luis Eduardo Vargas Osorio, que firma Tu sentimiento y el mío (Éride Ediciones) , "la pasión leyendo una poesía es igual que estar en una cancha de fútbol". En la victoria y en el dolor cuando se va perdiendo. María Izquierdo, escritora y deportista nata, autora de El dolor del cariño (Entrelíneas Editores), "el dolor y el esfuerzo es imprescindible para que los jugadores, ante un resultado adverso, crezcan y acabemos ganando el partido". Y la selección está preparada. Para el hipnoterapeuta y experto en coaching Benigno Horna (ha publicado PNL, Inteligencia emocional, LNV e hipnosis en MHRP), la clave para España es que "no van solamente a ganar, van a disfrutar y hacer disfrutar al público". En definitiva, todos apoyando para no caer, como puede entenderse al ver el título de la novela de Amparo Tortosa, Resbalando en el vacío (Edypro Pigmalión). "Al contrario", nos confiesa la autora, "lo que tratado de definir con este título es la sensación de felicidad, como la de un niño deslizándose por un tobogán".

Así que con tanta afición entre letras, cada uno hará lo que pueda para no perderse el encuentro. El librero Julio Casanovas nos reconoce que, aunque la Feria no echa el cierre hasta las 21:30, "nos iremos con los colegas editores a un bar para ver el partido, que está emocionante". Porque la Roja también escribirá sus líneas de historia en esta Eurocopa.

miércoles, 6 de junio de 2012

Buenrollismo

Hay novedades subjetivas, sólo para uno mismo, pero no por eso dejan de perder valor. Hace poco escuché el álbum Sweep me away de Fredrika Stahl. Tiene ya un par de años y pensé que no merecía la pena dedicarle una entrada. Pero a renglón seguido me dije "qué demonios, y por qué no, al igual que yo lo acabo de descubrir es posible que alguien más lo oiga por primera vez". Así que dicho y hecho.


Esta sueca afincada en Paris, en el país vecino vivió su infancia, suena suave, pero no melosa. Ideal para mirar por la ventana y sonreír a esas calles a veces un poco grises, dejarse contagiar por su frescura. Y soñar porque pronto vuelva a escribir sus letras y componer y nos ofrezca su cuarto trabajo. Si sigue el ritmo -A fraction of you (2006), Tributaries (2008) y Sweep me away (2010)-, en este 2012 ya toca. Así que aguardamos ansiosos. No nos falles.







Una versión de Fredrika de la canción infantil Twinkle Twinkle Little Star fue la elegida para una campaña publicitaria del Nissan Juke.


lunes, 4 de junio de 2012

Lupus talentum

Sabéis de mi debilidad por esa fiera de la escena llamada Nuria Espert. Y semejante monstruo de las tablas le iba como anillo al dedo a La loba que imaginó Lillian Hellman para retratar la ambición y la falta de escrúpulos, pero a la vez el sueño, la inteligencia y la superación. Esa paradoja en un mismo ser, esa mezcla perfecta entre agresividad, dureza y ternura, es la viva imagen del lobo aullando a la luna llena. Y la encarna a la perfección ese animal del teatro. Ella sostiene una obra profunda, cruda. Las risas del público en algunos momentos verdaderamente dramáticos, intensos, estremecedores creo que sólo obedecen al afán del personal de ir a un espectáculo predispuesto a divertirse. Pero bueno, cada uno amortiza la entrada como soberanamente quiere. Una pena. No sé qué se le tiene que pasar por la cabeza a un actor en un momento así, astringente, y que la reacción del respetable sea una risilla cómica. Acostumbrados estarán. Actores que, junto a la Espert, dan una buena cristalización a la obra del Centro Dramático Nacional y Juanjo Seoane

A mi gusto, Carmen Conesa, y mira que me agrada, e Ileana Wilson, son las que desentonan una pizca en este gran coro. Menudas voces la de Héctor Colomé o Víctor Valverde. Qué sinuosidad la de Ricardo Joven. Qué credibilidad la de Paco Lahoz. Y aunque un poco exagerado en gestos, el joven Markos Marín se ajusta perfectamente a un engranaje que tiene su lubricación ideal en Jeannine Mestre en un papel complicado como el de Birdie Hubbard. 
 Fotografías: David Ruano

En definitiva, un buen texto -el de la dramaturga y guionista Lillian Hellman, valiente y comprometida, 'bruja' para McCarthy, y en el que también participó su compañero Dashiell Hammett- y una buena puesta en escena a cargo de Gerardo Vera y todo su equipo artístico y técnico. 

 

La loba se representa en el teatro María Guerrero de Madrid hasta el 10 de junio.

miércoles, 30 de mayo de 2012

MIB 3: Men In Boredom*

Anoche maté dos pájaros de un tiro. Bueno, fueron 3 ó 4. Llevaba un tiempo con ganas de ver una película en 3D. La única que había presenciado, un mediometraje, fue en la Expo'92 de Sevilla. Y antes, casi me olvido, cuando la Teleindiscreta regaló esas gafas de cartón y celofán rojo y azul porque iban a emitir en TVE no sé qué película en esos mismos dos colores, pues también hice el experimento como miles de ciudadanos de buena fe. Fue un churro. Pero entiendo que la ciencia es así, método empírico ensayo-error. Había oído historias con eso de las tres dimensiones en el cine que recordaban a aquellos señores que salían despavoridos al ver el famoso tren de los hermanos Lumiére. Así que cuando acudí a ver la exposición sobre los inventos de Leonardo Da Vinci en Madrid, no me quise perder lo primero el pequeño vídeo en 3D sobre el genio italiano. La experiencia no estuvo mal. Curioso al menos. No es tan emocionante como los libros de realidad tridimensional, esos que si no sabes cómo poner los ojos no ves un pijo, pero mucho más cercano a la realidad sí. Antooooonioooooo, que te estás enrollaaaaaandoooooo. A lo que iba, que la experiencia con Da Vinci se me quedó algo corta, esperaba una oportunidad para ver un film de esos. Hice un primer intento con la nueva de Tintín. Pero la versión on-line de la Guía del Ocio me jugó una mala pasada. Anunciaba la película en un cine a una hora y cualquier parecido con la realidad fue una coincidencia. Al menos, nos sirvió para ver Margin Call. Algo salimos ganando.



Pues a lo que iba, que anoche me lancé a la aventura de nuevo. Eso sí, asegurando. Había película y en 3D. Ok. Cenamos antes la cuadrilla de amigos, disfrutamos de un buen rato y mejor conversación, les conté una historia que hacía tiempo les debía y que no viene al caso en estas líneas (de ahí algunos de los pájaros de un tiro) y, tras una buena provisión de limonada, nos metimos en la sala 9. Íbamos a ver la nueva entrega de Men In Black. Había leído que, después de las dos primeras, lejos de languidecer, el tercer episodio de los cazamarcianos era el más sublime de los tres. Craso error. Algunas críticas inoculan unas expectativas que luego, si no se cumplen, frustran doblemente. A mí me daba igual. Sólo quería disfrutar del nuevo ingenio visual del 3D. Pero, claro, si era una gran película, te emocionas. Y no, no me dormí. Y sí, alabo la intención de crear una nueva historia partiendo de una premisa que creo que funcionó en la original. Sabéis que no me gusta, en absoluto, desvelar nada, porque soy de los que prefiero entregarme virgen a una experiencia cultural. Pero quitando lo que ya sabemos sobre los hombres de negro, la gracia de que estamos rodeados de marcianos (desde Mike Jagger a todas las modelos de pasarela), esta cinta sólo aporta un clásico viaje en el tiempo con sus incoherencias temporales y poco más. Un guión entre empalagoso y mantecoso con unos diálogos más que predecibles, al igual que todo el desarrollo de las tramas, principal y secundarias. Será que ya soy viejo pellejo difícil de sorprender. La única pena, que para interpretar al agente K de joven yo hubiera llamado a Josh Harnett, uno de esos parecidos razonables que llevan a pensar que ese chaval es un hijo secreto de Tommy Lee Jones. ¿O no?  



Men in Black 3, ahora mismo en cines.

(*) Aburrimiento

sábado, 19 de mayo de 2012

Alevosía arriesgada

Ni la peor crisis puede acabar con la cultura. Precisamente ahora, en el momento más complicado, hay quien quiere complicarse aún más. Siruela, uno de los sellos más solventes del mundo editorial en español, se lanza a una nueva aventura. Podría parecer un salto al vacío, un gesto desesperado ante un panorama oscuro. Pues de esa nocturnidad nace Alevosía. Un delito consciente con un horizonte extraño. Se saben culpables, pero no temen la sentencia. No me extraña. Siruela lleva tres décadas echando el lazo a buenos títulos en la selva de las letras. Y con esa experiencia, pretenden guiarnos en el safari literario para mostrarnos especies más comunes, pero con su propia visión. Así, encontrarán su hueco novelas históricas, sagas familiares o best-sellers. Porque también en esas obras tachadas de menores se puede encontrar literatura de la buena. Ése es su reto. No será fácil. Y es posible que la aventura acabe perdida en el laberinto del mercado, los balances, las descargas o la saturación. Pero intentarlo siempre merecerá la pena. 



Cuando los dioses escriben el libro del destino, de Alice Albinia, y Te escucho, de Federica de Paolis, son sus dos primeros lanzamientos, al que seguirá Media vida, de Darin Strauss -National Book Critics Circle Award en Estados Unidos- y otros once libros con buena pinta. De momento, lo que he leído de Te escucho, el tercer trabajo de la italiana Federica de Paolis tras Lasciami andare y Via di qui, me está enganchando, aunque el argumento recuerde a una historia maestra, La vida de los otros.

lunes, 14 de mayo de 2012

Bonito estampado

Irene Herrero ha llevado siempre una fotógrafa dentro. Por fin ha querido compartirlo con el resto de los mortales. Inaugura su espacio virtual. Gran escaparate para un gran talento. Lo que para los demás es un parpadeo, para ella es una obra de arte. El color es su materia prima y sabe ganarse su favor. Intenso. Divertido. Atrevido a veces. Confío en que se desmelene del todo.



 ireneherrero.com



sábado, 12 de mayo de 2012

La providencia

Tuve la suerte de conocer a Flavia Totoro el otro día por pura casualidad. Salíamos de comer de uno nuestros restaurantes indios favoritos, el Ganga, sencillo pero sabroso, y al pasar delante del Centro México Madrid vimos que había una exposición aparentemente atractiva. Qué mejor forma de hacer la digestión del cordero tikka masala que con talento plástico del bueno. Y así nos encontramos con Mexclarte, una iniciativa que aglutina a artistas mexicanos afincados en España, principalmente en su capital. Su primera exposición colectiva se clausura este mismo sábado -ya lo siento-, pero estoy seguro de que habrá nuevas oportunidades.



La muestra, de escultura, pintura, fotografía y videoarte, reunía una colección heterogénea en lo artístico, homogénea en lo cultural si nacer en un país se puede tildar de eso. De hecho, parecía haber un leitmotiv en casi todas las obras que te arrastraba a esos 9000 kilómetros de lejanía física, que no emocional. Me gustó. Me llamó especialmente la atención una de las pinturas, un enorme carboncillo mitológico con el nombre de Diosa azteca.

Y la providencia quiso que su autora estuviera precisamente allí. Flavia Totoro se nos abrió de par en par. Su entusiasmo brotaba al mismo ritmo que te envolvías en todas las historias que aglutina el lienzo. La diosa preñada, henchida, que acoge y mantiene la distancia, que encierra en sí a todas las diosas precolombinas y las vírgenes católicas. Una metáfora geométrica, un bucle que crece entre la vida y la muerte.
Flavia transmite. Se nota. En ella y en su arte. Sólo hay que ver las miradas de sus retratos -Paisaje anónimo- que se exponen en el Instituto Mexicano en España, en la carrera de San Jerónimo, frente al Congreso de los Diputados. Hasta el 8 de junio.



jueves, 26 de abril de 2012

Talento y suicidio

En el teléfono llevo sólo cuatro discos metidos: We started nothing de The Ting Tings, Greatest hits de The Offspring, Cuando el destino nos alcance de Lori Meyers (el que uso para pasar la aspiradora en casa) y Day & age de The Killers. Losing touch es el primer tema de ese long play que Human colocó en el estrellato. Pero me quedo con esta canción de apertura. Es la que más me gusta y es, sin duda, la que mejor se refiere a la noticia que me ha trastocado hoy: la muerte de Thomas Marth, el que fue saxofonista del grupo estadounidense.



"Consuélame en mi hora oscura, podría ser que la verdad sea siempre gris", dice la letra. La pena, que el bueno de Marth, al contrario que en Losing touch, no ha conseguido encontrar el camino de vuelta a casa. O que la única senda que vio transitable fue la del suicidio. Una lástima.

Tras un año largo de parón, The Killers retomó sus actuaciones en directo como previa a una gira con nuevo disco, Battle born, que arrancará en julio en Dover y que le traerá a España, al Dcode Fest en Madrid, en septiembre. Tendrá que ser sin el saxofonista que completó la formación en la grabación de Sam's town y en el exitoso Day & age, incluida la gira mundial que durante dos años llevó al grupo de Las Vegas a lo más alto de lo más alto.

miércoles, 11 de abril de 2012

Oscura y monótona

Lo tenía en mi lista de pendientes. Premio Tusquets de editores de novela de 2009. El jurado, presidido por Juan Marsé y compuesto por Almudena Grandes, Jorge Edwards, Élmer Mendoza y Beatriz de Moura. Pues no sé cómo iría la elección de emocionante, pero si hubiera dependido de mi voto, esta obra no hubiera ganado. El estilo narrativo de Sergio Olguín me ha gustado. En cierto modo, también sus tiempos. Pero la historia, en absoluto. En ningún momento llego siquiera a empatizar con el protagonista. Tal vez lo que se pretendía era eso. Pero ni me he dejado arrastrar por la supuesta espiral de caída libre, ni por la trama sexual, ni por los bajos fondos presuntamente desgarradores, ni por la obsesión, ni por la doble moral.  Simplemente, me ha dejado frío. No obstante, daré una nueva oportunidad al autor argentino si vuelve a caer una obra suya en mis manos. Ojo. Se lee rápido. Es ágil. Incluso en algún momento casi te puede hasta enganchar. Pero nada más. Es mi opinión. Seguramente equivocada. Seré difícil de impresionar. Pero Laura, tranquila, fue un buen regalo. El libro y, cómo no, que España ganara el Mundial de fútbol. El pulpo Paul también se podía equivocar. Y mejor que errase en un libro que no me ha aportado, pero que tampoco me ha quitado. Raro sería. Gracias por acordarte de mí. Ése es el mejor regalo.

Oscura monótona sangre está publicada por Tusquets Editores

miércoles, 15 de febrero de 2012

Polos opuestos, se atraen y atraen

Ya en el siglo XVIII, la crítica literaria centró la batalla entre cultistas y conceptistas, las dos formas de entender el arte escrito que representaban, como máximos exponentes, Góngora y Quevedo. Un enfrentamiento a letra limpia que llevaron del papel a lo personal y de lo personal al papel en una mezcla creativa sin igual. El estilo barroco, excesivo, adornado hasta la extenuación frente a la sencillez, la imagen directa, el lenguaje casi vulgar. Polos opuestos pero atractivos al fin y al cabo. Ese ejemplo de nuestro Siglo de Oro de las letras (salvando toooodas las distancias) es lo que me ha venido a la cabeza al ver, anoche mismo, dos videoclipes. Por un lado, el artificio de OK Go en su tema Needing/Getting. Por el otro, la sencillez de un plano fijo y un sólo tipo bailando (regular tirando a mal) durante 3 minutos y 14 segundos en el primer single del nuevo álbum de The Black Keys, Lonely boy. Pues ambos han conseguido lo mismo: hipnotizarme. Cada uno en su estilo. Cada uno con sus formas. Cada uno con su mérito. Particularmente, aprecio el trabajo de montaje cuidado y enrevesado del primero. Pero, de elegir, me quedo con el minimalismo del segundo. El poder atractivo de lo simple.


Y del encuadre inmóvil de The Black Keys, a la ingeniería de producción de OK Go, que arrasa en Internet.


El camino es el último disco de The Black Keys

Ultimate road es el trabajo de OK Go


martes, 31 de enero de 2012

Los beneficios del ajo

Sí, se nos repite. Pero sería impensable no contar con él en nuestra cocina mediterránea. Por su valor culinario y por sus propiedades para la salud. Ya los egipcios (los de ahora y los de hace miles de años) destacaban su valor vigorizante y los atletas olímpicos griegos (los de ahora y los de hace cientos de años) lo masticaban antes de competir. Se le atribuyen beneficios para la libido y desde la Edad Media se utiliza para combatir enfermedades bacterianas y como antiséptico. Eso sí, mejor en crudo.

Pues hay artista que son ajos. Se repiten, pero me gustan. Y me sientan bien. Muchas veces digo que hay quien tiene una sola canción que calca y calca. Otros que, efectivamente, sólo tienen una canción (y viven de ella). Seguro que te viene a la cabeza una buena colección de casos. Cuando no es del agrado de uno, directamente se aborrece y a correr. Pero cuando gusta, uno aguarda esa melodía, esa letra certera. Aunque evolucionar es bueno, y muchos lo hacen aunque no se les note, la esencia es lo que se espera que mantenga. Y eso es lo complicado. U2 es un caso interesante. Tras una década de éxito que encumbró The Joshua Tree, arrancaron los 90 reinventándose. Achtung baby primero, Zoo TV y Zooropa después, se sumergieron en la electrónica hasta el punto de sobrevivir, sí, pero mostrarse irreconocibles para sus seguidores. Fans (y creo que ellos mismos) que han agradecido, sin duda, la vuelta al sonido original a partir de 2000, retomando la senda con All that you can't leave behind. Preclaro.

viernes, 27 de enero de 2012

Lienzos nómadas y arte subterráneo


El abrazo, de Juan Genovés

El tono político es evidente. Lo suscribo. Pero no hay que olvidar el componente artístico. El abrazo tiene la calidad necesaria para no estar escondido en un sótano. Y más cuando algunas de las obras que cuelgan permanentemente en las paredes del Reina Sofía, para mi gusto, sí podían estar en una cueva en montañas lejanas. Y tan ricamente. Lo que me preocupa es que, al igual que esta pintura archiconocida del valenciano Juan Genovés, anden almacenadas por ahí otras obras de indudable calidad. No sólo en la pinacoteca de Santa Isabel 52. Sino en otras como El Prado, donde por muy grandes que sean sus salones, por muchas ampliaciones que se le añadan, no hay espacio suficiente para tanto tesoro.

Y no es plan tampoco que las obras vayan de un sitio para otro como almas errantes, como lienzos nómadas, con el riesgo evidente para su propia conservación (y propiedad). ¿Pero no habría una posibilidad, aunque fuera ligera, de generar más espacios públicos donde encontrar y encontrarnos con ese arte oculto? En ocasiones, una sola obra es excusa suficiente para visitar un lugar. Recuerdo en mi primer paseo por Roma ir ex profeso a San Pietro in Vincoli para admirar El Moisés; o a Santa Maria in Cosmedin para confesar mi amor a mi Audrey Hepburn ante la Bocca della Verità. O, sin ir más lejos, entrar a Santo Tomé, en Toledo, para contemplar únicamente El entierro del señor de Orgaz que Doménikos Theotokópoulos pintó allá por el XVI. A lo mejor Genovés no es El Greco. Pero seguro que El abrazo merece su sitio, el Congreso de los Diputados, como se prometió en la pasada legislatura, o donde considere la autoridad. Como otras obras, por desconocidas que sean, que se aburren mirándose unas a otras en los bajos de nuestros mejores museos. Muchos querrían, muchos quiséramos, poder crear una exposición fija con lo que, por desgracia, es sólamente categoría de arte subterráneo. Hay tesoros ocultos que no se merecen estar tan abrigados, por mucho que así ni pasen frío ni les caiga polvo. 

Por ejemplo, aquí van media docena de cuadros que no están expuestos, que no han tenido la suerte de disponer de un clavo al que agarrarse, de una pared que Patrimonio Nacional les ceda para el disfrute de todos. Todos ellos están en depósito en el Museo Nacional del Prado.

Paisaje, de Eliseo Meifrén Roig

La prueba del fuego (Santo Domingo y los albigenses), de Pedro Berruguete

Noticias frescas, de Luis Graner y Arrufi

Oración en el Huerto, de Domenico Tintoretto

Ordenación y primera misa de San Juan de Mata, de Vicente Carducho

Paisaje con pastores y ganado, de Adriaen Fransz Boudewijns

jueves, 26 de enero de 2012

Una llama que ilumina

Confieso que, aquel 13 de febrero de 2005, viendo arder la torre Windsor, mientras intentaba narrar sin repetirme lo que veía, mientras intentaba evitar que la batería del móvil se agotara, mientras respondía al presentador y a los tertulianos del programa de debate y actualidad rosa que en ese momento estaba en el aire, pensaba que el incendio no estaba siendo fruto de la casualidad. Gabriela Cañas debió imaginar lo mismo. La diferencia, que ella se lanzó a construir una novela, un thriller si se permite el término, en la que encajan perfectamente realidad y ficción (aunque quién sabe). Seguro que más de un periodista saboreará especialmente algunos momentos de la obra. Se nota el espíritu de la autora. También su paso por Moncloa en esa forma de bucear en el poder. En definitiva, la novela de una novel que disimula como pocos que, aunque no es su primera obra, sí es la primera que se atreve a publicar. Bien por la osadía. El resultado es el mejor ejemplo de que hay que lanzarse.


Con sencillez narrativa, Gabriela nos conduce a través de Rosa y su universo en el asesinato de su hermana Ana, una empresaria de éxito en un mundo de hombres. Pero, aunque la reivindicación no deja de estar latente, que tampoco se vea como un canto feminista al uso. Es un retrato femenino, con su enfoque y sus detalles, con esa mirada que persuade hasta engancharte. Amor, inseguridad, maltrato, corrupción, justicia… Una venganza tejida entre lágrimas y fragilidad, que resulta poderosa y transformadora.

Torres de fuego, de Gabriela Cañas, está editado por Roca Editorial